Caminando por un sendero
vi caminar una mula y
el dueño que la llevaba
le decía, anda gandula.
La mula no podía andar
era ciega sorda y muda.
Y el dueño que la llevaba
andaba menos que una tortuga.
Y a la pobre le decía anda,
anda, mula gandula.
En cima de sus defectos no
le daba de comer y los huesos
de la mula se le salían de la piel.
Pobre animal maltratado
de aquel dueño cruel.
El no se daba cuenta, que no
podía moved los pies y
a la pobre le decía ¡anda mula!
¡ anda muevete!
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