Entre naranjos y olivos
un día te estuve espiando
y vi como trabajas
muy cerquita de tu amo.
A el le parecía
que tu trabajabas tanto
que te puso de encargada
para cuidar del trabajo.
Y al ver como lo cuidabas
y como sabias guiarlo
que a él le pareció que era
mejor dejarlo.
Y hacerte mejor su esposa
y la socia del trabajo.
Y que todo fuera tullo
y no la trabajadora
que trabajaba a su lado.
Que tenia solo un sueldo
y no era nada de su amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario